Objetivo 2: Hambre Cero

En Nepal, el equilibrio entre llevar a tu hija o hijo a la escuela, o enviarlo a trabajar es muy delicado, y un simple soplo de viento puede hacerte caer a un lado o al otro.

El principal detonante de esta balanza proviene de la falta de recursos básicos de las familias, lo que instala bienes tan primarios como la educación, la infancia o la mismísima libertad en un segundo plano.

Desde Bahadur pensamos que de nada sirve una educación de calidad si una escuela no está repleta de niños, de gritos y sonrisas. Por eso creemos en el poder de los alimentos para llenar las escuelas de alegría, desorden y jaleo. Liberando a las familias del peso de alimentar a sus hijos, ofreciendo comida a todos los niños y niñas que asisten a la escuela.

Queremos hacer de la escuela un emplazamiento atractivo para todos aquellos que deberían estar en las aulas, aprendiendo, corriendo y divirtiéndose, en lugar de trabajando en el campo.

Creemos en los alimentos, la reducción del hambre como protección de la infancia y oportunidades, porque un niño mejor alimentado, es alguien más preparado para enfrentarse al mundo, alguien más predispuesto a aprender, alguien más entregado a vivir.